Islas Malvinas: la educación escolar, el nacionalismo territorial y los recelos

Al levantar el papel de calcar las dos islas a pesar de sus contornos tan irregulares aparecían nítidas sobre la hoja blanca del cuaderno, a un lado la silueta continental del mapa de la Argentina y al otro la figura perfectamente recortada del Sector Antártico Argentino, parte del Continente Blanco sobre el cual el país tiene aspiraciones soberanas. Esta forma de reproducción que maravillaba a los escolares durante la década del 60 era posible gracias al Simulcop, el "juguete ilustrado". Estos cuadernillos con hojas papel manteca permitían reproducir los dibujos usuales que acompañaban los deberes para el hogar figurando en sus páginas -entre otros contornos- los rostros de los próceres, los símbolos patrios como la escarapela y la bandera. Además, resultaban muy utilizados por los alumnos las ediciones especiales de los atlas que la editorial hacía con un compendio de cartogramas temáticos de la República Argentina. Para ese tiempo ya hacía muchos años que el tema de las Islas Malvinas había sido incorporado a los programas de enseñanza.